A hard rain's a-gonna fall - Bob Dylan

Dónde estuviste, mi gurí de ojos azules
dónde estuviste, mi pequeño y querido
reboté por el lomo de doce montañas mágicas
caminé y me arrastré por seis carreteras torcidas
pisé el corazón de siete bosques tristes
estuve afuera, frente a doce océanos muertos
estuve diez mil kilómetros en la boca de un cementerio
y es tan jodida, tan pero tan jodida la lluvia que va a caer.
Y qué viste, mi gurí de ojos azules
qué viste, mi pequeño. . .
vi un recién nacido entre lobos salvajes
vi una carretera de diamantes sin nadie
vi una rama negra, de sangre chorreante
vi un cuarto lleno de hombres con martillos sangrando
vi una escalera blanca, hundida de agua
diez mil habladores con las lenguas quebradas
vi pistolas y espadas en las manos de niños
y es tan jodida, tan pero tan jodida la lluvia que va a caer.
Y qué escuchaste, gurí de ojos azules
qué escuchaste, pequeño y querido
escuché el sonido del trueno que advierte
el rugido de una ola que podía ahogar el mundo
cien bateristas con las manos incendiadas
diez mil que susurran, nadie escuchando
escuché una persona morirse de hambre, muchas riendo
la canción de un poeta que murió en el desagüe
escuché el sonido de un payaso llorando en el callejón
y es tan jodida, tan pero tan jodida la lluvia que va a caer.
Ay, a quién conociste, mi gurí de ojos azules
a quién conociste, pequeño
conocí a un niño, al lado de un potro muerto
un tipo blanco paseando un perro negro
conocí una joven cuyo cuerpo se quemaba
conocí una nena, me dio un arcoiris
conocí un hombre herido de amor
y conocí otro, tajeado de odio
y es tan jodida, tan pero tan jodida la lluvia que va a caer.
Y ahora qué harás, gurí de ojos azules
y ahora qué harás, pequeño
voy a volver afuera antes de que la lluvia caiga
voy a caminar a las profundidades del bosque más negro
donde las personas son muchas y sus manos están vacías
donde las esferas de veneno inundan sus aguas
donde el hogar en el valle se mezcla con la prisión sucia y podrida
donde la cara del verdugo está bien escondida
donde el hambre es horrible, donde las almas se olvidan
donde el color es el negro, donde ninguno es el número
y lo voy a decir, pensar, hablar y respirar
y reflejarlo desde la montaña, donde todas las almas presencien
pero sabré mi canción mucho antes de cantarla:
es tan jodida, tan pero tan jodida la lluvia que va a caer.